Cap.1-Sueño extraño

Soy Guisela, una chica normal y corriente, sin ninguna afición ya que no soy muy buena que se diga en temas artísticos, o en algún deporte. Vivo sola en un departamento en la ciudad de Washinton, ya que mis papas murieron en un accidente de avión cuando tenía 14 años. Ya tengo 19, soy una chica independiente. Estudio en el Eath High Northdental, un instituto a pocos kilómetros de mi departamento.Lo único que les puedo decir de mi es que me encanta el misterio, soy como un tipo de Charlotte Jones, por así decirlo. Una noche soñé que me encontraba paseando por el bosque y me encontré paralizada al ver a un hermoso muchacho blanco como la leche sentado en el pasto relajado. Me miró y me sonrió, y me hizo una señal para que me sentara cerca de el. Dudé unos minutos si hacerlo o no, pero como el me seguía mirándo, decidí si hacerlo.

Me acerqué cada vez más a el -no se porque, pero tenía un poco de miedo- hasta llegar a sentarme a su lado. El me sonrió con sus brillantes dientes, y me tomó la mano. Al sentir lo fría que era me estremecí, pero no se porque no la quite de el, si no que una pequeña parte de mi queria estar allí, a su lado.

Solo me pude quedar mirándolo, era tan hermoso... pero me parecía que lo había visto en alguna parte, no se.. poco después, lo único que pude recordar fue que me desperté en medio de mi habitación, agitada. Miré el reloj.. 4:00 am, todavía no había amanecido.Como no tenía ya ganas de dormir me levanté de mi reconfortante cama y me fuí a duchar. Salí, hacia frío así que elegí ponerme una camisa abrigada color rosa, unos jeans negros, y unas botas a juego con la camisa. Deje que mis risos cayeras largos por mi espalda. Revisé el calendario.. 13 de Septiembre!,día de escuela, qué rápido habían pasado las vacaciones..pero tan solo me faltaba este año para terminarla e ir a la universidad..

Sería un año largo, así que decidí comenzarlo bien. Me arregle bastante bien, tomé mis libros y los eché a la azar en mi bolso. Tomé el teléfono y llamé a mi mejor amiga, Karen.

-Hola Karen, buenos dias.. ¿Te llevo a la escuela?

-Ay gracias. Sería un gran favor, ya que mi auto se estropeó.

-Ok, llego allá en 30 minutos, adios.

Colgé el teléfono y bajé a desayunar. Me preparé rápidamente un cereal con leche y lo comí a la misma velocidad y salí de mi casa.